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¿Violencia contra las mujeres o violencia de género? ¿Por qué es importante y urgente seguirla investigando?

¿Violencia contra las mujeres o violencia de género? ¿Por qué es importante y urgente seguirla investigando?

Crédito: Cecilia Monroy (8M 2020 en San Cristóbal de Las Casas)
Resumen:
El término violencia de género (gender-based violence o gender violence), surgió después de la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing en 1995 y con este hecho inician décadas de investigaciones y estudios sobre este tema. Al principio se dudó de la importancia de realizar investigación académica sobre violencia de género frente a la urgencia de atender a las víctimas, muchas de ellas mujeres, y generar marcos jurídicos y políticas públicas para afrontar el problema. Hoy en día se cuenta con estudios que muestran la magnitud de la violencia de género y sus consecuencias, así como con aproximaciones cualitativas que permiten avanzar en la comprensión de este complejo fenómeno.
Se dice que la violencia de género es todo acto que se ejerce contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, es decir, con el propósito de perpetuar su dominación y opresión. Esta definición nos hace suponer que sólo se ejerce contra ellas y que también son víctimas de otras formas de violencia cuya motivación u origen no es el género. Hoy sabemos que la violencia de género se expresa de muy variadas formas —física, psicológica, económica y sexual— y en diversos ámbitos —doméstico, escolar, laboral y comunitario—. También hemos acuñado conceptos para los diferentes tipos de violencia: doméstica, intrafamiliar, de pareja, en el noviazgo, obstétrica y digital sobre todo en el sentido de que no se ejercen exclusivamente contra mujeres, sino que también las víctimas pueden ser niños y niñas, personas adultas mayores, e incluso hombres.
Aunque la indignación y el rechazo a la violencia de género contra las mujeres está presente en México desde hace varios años, en 2020 atestiguamos multitudinarias marchas del 8M, el Paro Nacional de Mujeres del 9M y un creciente número de acciones de protesta en las calles, las redes sociales y numerosas universidades. Desde entonces infinidad de marchas, pintas, tendederos y escraches se suman al contexto de protesta generalizada contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. Algunas autoras consideran que se trata de una insurrección que anuncia un cambio social hacia la profunda alteración de la cultura sexista y misógina dominante.

Palabras clave: Violencia de género, investigación, protesta, cambio social.  
Materiales complementarios:
La violencia de género en regiones de vulnerabilidad social/1531/1477
¿Feliz día de la mujer?/1629/1570
 

El evento está terminado.

Fecha

Jul 09 2025

6 comentarios en “¿Violencia contra las mujeres o violencia de género? ¿Por qué es importante y urgente seguirla investigando?”

  1. ¿Qué opina sobre que la lucha de las mujeres no es en contra de los hombres sino contra un sistema que los favorece?

    • Hola Luz, gracias por tu pregunta tan interesante. Efectivamente la lucha de las mujeres es contra un sistema de opresión y dominación sexo genérica que nos impone un orden social simbólico y real donde las mujeres y en general todo lo femenino ocupa un lugar subordinado y por lo tanto desvalorizado. Es un orden que afecta principalmente a las mujeres pero también a todas las identidades que se oponen a este sistema de dominación por ejemplo las identidades sexo genéricas heterodisidentes. En este sentido es un sistema de dominación que también afecta a los hombres. Hay estudios muy interesantes, por ejemplo los realizados por el Dr. Beno de Keijzer, sobre los efectos en la salud de los hombres del orden de género impuesto. Es decir, el que los hombres sean socializados en un orden que espera de ellos valentia, fuerza y atrevimiento nos permite comprender las altas cifras de muertes de hombres en accidentes automovilísticos y usando armas de fuego. Otro ejemplo, los hombres son socializados en la idea de que deben ser los proveedores exclusivos de sus familias en contextos donde la precariedad laboral les limita su acceso a empleos justos y donde se prefiere emplear a mujeres porque están más dispuestas a aceptar trabajos flexibles que les permiten realizar el trabajo doméstico y de cuidados que se espera que realicen por el simple hecho de ser mujeres. El hecho de que los hombres no puedan cumplir con el rol de proveedores exclusivos que se espera de ellos genera frustración que se asocia a problemas de salud emocional y mental que además no expresan porque se les educa en que la manifestación de sus emociones se asocia con debilidad y feminidad.
      Así entonces, efectivamente la lucha de mujeres y también de algunos hombres es contra un sistema de opresión y dominación. En la práctica es un sistema que beneficia a los hombres y de ahí que se vivan afectados como personas por la perdida de beneficios que supone que este sistema se cuestione. Te invito a ver las críticas que han suscitado los reciente vídeos del futbolista Javier Hernández, muchos colectivos feministas lo han criticado y en particular me parecen interesantes los vídeos hechos por hombres. Claro, también hay vídeos a favor de mantener ese sistema de dominación y opresión que dicta que las mujeres deben dedicarse a ser esposas y madres bajo la tutela emocional, física y económica de una pareja masculina. El que también haya vídeos de mujeres a favor del sistema es otro ejemplo de que la lucha de las mujeres feministas es contra un sistema que resproducen y resguardan los hombres pero también algunas mujeres.

  2. ¿Cómo se puede fomentar la participación activa de los hombres en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres?

    • Gracias por tu pregunta Diego. Como comenté en la presentación en tanto que las mujeres somos quienes padecemos las consecuencias de la violencia por motivos de género, es decir por el simple hecho de ser mujeres, somos quienes hemos encabezado la denuncia, protesta y reflexión para revelar las bases culturales que legitiman este tipo de violencia. Pero las bases estructurales que sostienen la desigualdad de género afectan a mujeres y hombres. Desde hace tiempo los hombres participan de procesos de reflexión a partir de círculos, colectivos, agrupaciones, etc. sobre los costos de cumplir los mandatos culturales y sociales sobre cómo ser hombres “cabales” (hay un libro con este título que aborda masculinidades tojolabales). Por ejemplo hay otro libro editado por El Colegio de México que se titula “Sucede que me canso de ser hombre…” Es decir, hay muchos ejemplos de iniciativas masculinas para reflexionar que podemos ejercer otras masculinidades y que les toca a los hombres construir esas otras formas de estar en el mundo como hombres.
      Para fomentar la participación activa de los hombres en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, es fundamental que se involucren en procesos de reflexión y reeducación que les permitan cuestionar y transformar los mandatos culturales y sociales que perpetúan la violencia de género. Algunas estrategias pueden ser:

      – Crear espacios de diálogo y reflexión entre hombres para que puedan compartir sus experiencias sobre el rol activo de las masculinidades en la reproducción de la violencia de género.
      – Promover la educación y la conciencia sobre la violencia de género y sus consecuencias en las mujeres y las niñas.
      – Fomentar la participación de los hombres en iniciativas y proyectos que trabajen para prevenir y erradicar la violencia de género.

      El trabajo conjunto, de hombres y mujeres, por la igualdad y la justicia nos beneficia a todas, todos y todes.

    • Gracias Emilia por tu pregunta. La violencia económica es un tipo de violencia tipificado en Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia como “… toda acción u omisión del Agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual
      trabajo, dentro de un mismo centro laboral.” Te pondré algunos ejemplos: que la pareja de una mujer que trabaja y tiene un salario le quite sus ingresos y sea él quien los administre y decida en qué se gastan y en qué no, qué gastos son prioritarios y cuáles no. Otro ejemplo sería un hogar donde el hombre es el proveedor económico y la mujer realiza los trabajos domésticos y cuidados en su casa (trabajos que por cierto representan una contribución importante para la economía de los hogares y del país) pero él controla absolutamente el presupuesto destinado al gasto familiar, no la involucra en las decisiones del gasto está constantemente obligada a rendir cuentas de los gastos que realiza. Cuando los agresores se niegan a cumplir con los gastos del hogar y cubrir estos gastos es una responsabilidad que recae exclusivamente sobre las mujeres. Un último ejemplo, aunque hay muchos más: Quitarle el celular, romper, esconder, robar o vender sin su permiso sus objetos de valor (televisor, suplementos de trabajo, joyas, etc.) así como sus documentos personales (acta de nacimiento, documento de identidad, pasaporte, carnet, tarjetas de crédito). Dos de estos ejemplos ocurren incluso en relaciones de noviazgo.

Responder a Diego Ricardo Peralta Esquinca
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